Dante Gebel llega a eltrece: la curiosa razón por la que siempre invita a sus amigos a Los Ángeles.

En la industria del entretenimiento argentino, hay figuras que brillan, y luego está Dante Gebel, cuyo talento para convocar a inigualables nombres del ámbito artístico es una hazaña que, sin duda, requiere un análisis profundo. Con el lanzamiento de su esperado programa La Divina Noche de Dante por eltrece, Gebel ha reunido a leyendas como el renombrado Ricardo Darín, el icónico Guillermo Francella, Adrián Suar, Jorge Rial, la inigualable Moria Casán y muchos otros, incluyendo a El Puma José Luis Rodríguez y Fátima Flórez. Pero detrás de este éxito no hay una mágica semana de esplendor en Los Ángeles, sino el encanto personal con el que Gebel impresiona a sus entrevistados. Así lo revela en una sincera entrevista con Ciudad, ofreciendo, además, un vistazo a sus interacciones con Alejandro Fantino y Susana Giménez.

-¿Cómo es posible que hayas logrado reunir a tantos artistas de renombre, superando incluso el alcance de Susana Giménez?

-La cuestión no es solo geográfica sino también aspiracional. El que puede venir a Los Ángeles responde a un llamado distinto, más glamoroso. Tener la oportunidad de relajarse en la costa o gozar de una semana entre atracciones y lujos crea un contexto en el que las celebridades se sienten mimadas. Quizás eso explique por qué, para un artista, visitar el set de Gebel resulta más accesible.

-Tus entrevistas son casi un arte, ¿cuál es el secreto detrás de esta habilidad para desarmar a tus invitados?

-Bastante simple: mimo y contexto. Agasajar a tus entrevistados en un ambiente tan lejos del bullicio del día a día abre puertas a respuestas sinceras y profundas. Uno se convierte en anfitrión, más allá del rol de entrevistador.

-¿Cómo defines el impacto emocional en tus entrevistados?

-Tan solo imagínalos bajando del avión, descansando en un hotel de lujo, paseando con chofer a disposición. Es una experiencia pensada para relajar y dejar mismo al entrevistado. La diferencia se nota al aire: en ese ambiente sueltan inesperadas anécdotas y confesiones personales.

-¿Cómo juegas con la preparación frente a la espontaneidad?

-Para mí, conocer al detalle la vida del invitado es esencial, pero todo parte de la primera respuesta que me da durante la charla. No sigo guiones estrictos; dejo que la conversación fluya y encuentre su curso natural, buscando siempre los momentos de genuina autenticidad.

-¿Cuál es el enfoque que buscas en tus conversaciones?

-Busco ver el alma del interlocutor. Ir más allá de las notas que circulan en las webs. Intento que se olviden de la presencia de cámaras o del propio escenario, logrando así verdaderas confesiones, intentando conocer al ser humano detrás de la figura pública.

-¿Hay alguien que anheles entrevistar próximamente?

-Estamos en el inicio de un posible encuentro con el Papa. Quiero desvincularlo de religión y política para conocer, simplemente, al hombre. Esa es una tarea monumental y requiere las condiciones ya descritas. Esperemos que pronto podamos concretar.